CAPITULO 9 DE MI HISTORIA "AMOR PROHIBIDO"

CAPITULO  9- MOMENTOS INCOMODOS Y CELOSOS.

Narrada Charlotte.

Ian miro hacia nuestra mesa y embozó una enorme sonrisa y empezó a caminar asía nosotras.

-¿Charlotte? Eres tu-Me pregunto Ian mirándome fijamente.

-Si-Susurre tímidamente.

-Hace cuanto tiempo, que no nos vemos, mi querida Charlotte-Dijo Ian riéndose y desviando su atención a Annie-¿No nos presentas?

-¡Claro! Annie este es Ian Rosso II, Ian esta es mi hermana Marie Annie Ellis-Los presente.

Annie miraba con curiosidad a Ian.

-Mucho gusto, señorita Ellis-Le dijo Ian y la beso en la mano mientras le guiñaba un ojo.

Annie se puso roja.

-El gusto es mío-Murmuro ella.

-Señoritas les presento a: Charles Dackson Ardaw. Charles te presento a la señorita Annie Ellis y a su hermana Mary Charlotte Ellis.

-Umm... Ahora soy: Mary Charlotte Hearts-Le informe.

-Ya lo sé, simplemente se me olvida, es algo tan insignificante-Me dijo.

-Lo sentimos mucho señores, pero nos tenemos que retirar-Nos dijo Annie.

Narrado por Annie.

Ian no me da buena impresión, además que cuando me miro, mi corazón se acelero mucho y como era de esperarse me sonroje, es un sentimiento muy extraño e incomodo.

El me causaba incomodidad.

Aparte a Charlotte casi le da un infarto cuando lo ve, se 
puso toda roja y empezó a sudar, algo no estaba bien.

-Lo sentimos mucho señores, pero nos tenemos que retirar-Les dije.

Sé que soné mal educada, pero algo no estaba bien.

El compañero de Ian, Charles. Era guapo. Alto, con unos ojos grises intensos y muy penetrantes, piel claro, y cabello largo color castaño.

-¡Que lastima!-Nos dijo Charles haciendo cara de pena.

-Sí, tenemos mucho que hacer. Espero y nos veamos pronto-Le dije a Ian.

-Claro que si, señorita Annie-Me respondió Ian sonriéndome.

Charlotte:

¿Celos? Yo, no. Yo no soy celosa y menos por un tipo 
que me engaño y ahora esta coqueteando descaradamente con mi hermana menor.

¿Por qué se sonríen?

Annie:

Es como si el supiera lo que siento y me hiciera sonreír automáticamente.  Es un sentimiento raro y un poco terrorífico.

-Adiós-Les dije y Salí casi corriendo de aquella casa que pareciera ser mi hogar.

Charlotte corrió de tras de mí y se me quedo viendo extraño.

-Vamos por Dakota. Debe de estar cansada-Le dije.

En efecto todo el camino de regreso a la mansión se quedo dormida en mis piernas. Charlotte y yo no nos dirigimos la palabra.

-y... ¿Cómo conociste a Ian?-Le pregunte.

-Mmm...Ohm...Un día vino a nuestro pueblo, y me lo presentaron-Me contesto dudando.

-Y ¿Es importante?-Le pregunte.

-Claro 25 casi 30 libras al año. Es soltero y uno de los más codiciados en Inglaterra, todas mueren por casarse con él. Pero es un libertino total. Dudo que llegue a casarse-Soltó Charlotte diciendo aquellas palabras con un odio profundo.

-¿No te cae bien verdad? ¿Qué te hizo?-Le pregunte con curiosidad.

-¿A mí? Nada...Nada. Y por favor ya no hables de Ian Rosso. Y no te acerques a él, quedaras lastimada, ¡Te prohíbo que le dirijas la palabra!-Grito furiosa Charlotte.

-Si-Susurre.

Lo que ella sabe y no se acuerda es que odio que me manden, soy independiente. Y si me ordenan algo...Hago todo lo contrario.

Narrado por Charlotte.

-No, No ¡No! Camina derecha. Te voy a tener que poner unos libros en la cabeza, como los niños chiquitos. Annie por favor, esfuérzate más. Es tu debut. Si caminas así todas se burlaran de ti-Le dije con dureza a Annie-A ver, ten estos que están más pequeños, por suerte estas alta, si no hubiera sido un caos.

Annie y yo nos encontrábamos en su habitación, llenas de vestidos, zapatos, listones y todo tipo de cosas. Todo estaba casi listo menos los zapatos de Annie. Ella no sabía caminar con zapatos de altos.

-Con estos, Charlotte. Están más bajos. A demás ¿Quién me vera los zapatos?-Me pregunto viéndome con cara intrigada.

-Si bailas, tu vestido se subiera y se verán tus zapatos. A cuerdaté de tener el vestido, abajo. Si enseñas de más será algo vulgar-Le dije.

-Sí, Charlotte. Estoy lista-Me dijo.

Y en efecto estaba más que lista.

Annie estaba hermosa. Nunca antes en su vida ha estado tan arreglada como lo está ahora, nunca. Su cabello estaba recogido en un moño bien sostenido, con un listón rojo claro, y unos cuantos rizos se escaparon del moño y enmarcaban su cara. Su vestido era rojo carmesí,  un poco escotado de enfrente, con un poco de encaje, con un collar de oro blanco, y unos zapatos rojos claro. 


Como dije estaba impresionante.

-Claro que lo estas. Bueno, creo que no se nos olvida nada. Vámonos.

Narrado por Annie.

Me siento más que extraña. Todo este peinado y este 
vestido, me hacen parecer estúpida, en cambio Charlotte se veía impresionante.

Su vestido color lila, era hermoso, su cabello recogido en un moño un poco flojo. Se veía como una mujer totalmente casada.

Bajamos hacia la puerta principal y ahí parado y apuesto como siempre se encontraba Zac.

Con un traje negro, y un sombrerero negro. Si que estaba apuesto. Sus ojos azules brillaban con alegría en cuanto me vio me sonrió, le dirigí una mirada advirtiéndole y mire a otro lado.

Debía de sonreír a Charlotte, no a mí.

-Están impresionantes. Sin duda serán la sensación-Nos adulo Zac.

-Gracias, vámonos-Contesto Charlotte por las dos.

El viaje fue largo para mi incomodidad.  El cochero se bajo y nos abrió la puerta.

-Hemos llegado-Nos aviso.

Baje con cuidado y mire por primera vez la impresionante casa de los Worderbert.

Era impresionante. Si la mansión de los Hearts era impresionante esta iba mas allá de eso.

No era una mansión, ¡Era un castillo! Enorme, las paredes de afuera eran todas de ladrillo oscuro, con muchas ventanas de todos los tamaños, alrededor del castillo había muchos jardines, pasto, flores, rosales. Era totalmente hermoso.

-Annie, Es hora de entrar-Me susurro Charlotte sacándome de mis pensamientos.

Caminando totalmente nerviosa, entre al hermoso castillo Worderbert.
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¿Les gusto? espero que si.